Un año más conmemoramos la histórica fecha del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, auspiciado por la II Conferencia Mundial de las Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague (Dinamarca), y a propuesta de Clara Zetkin en 1910, aunque no se consolidaría internacionalmente hasta 1914. Nace como fecha reivindicativa en la que las mujeres reclaman el reconocimiento de derechos civiles, laborales, sociales y políticos, negados hasta entonces, siendo la Igualdad es el pilar central de las demandas de las mujeres a lo largo de la historia, porque el sistema social, cultural y político basado en la supremacía del sexo masculino sobre el femenino las ha mantenido como seres carentes de derechos, dependientes de la autoridad masculina, relegadas a un papel secundario.
Primero en Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, luego Rusia, Italia, Suecia, la incipiente lucha se irá extendiendo de un país a otro, de una generación a otra, hasta que en 1975, NN UU lo respaldará como reconocimiento a la lucha por la igualdad mantenida por las mujeres a lo largo de todo un siglo, declarando el periodo 75 al 85 como “Década de la Mujer”. Los progresos son evidentes, el empuje de las mujeres ha ido transformando un mundo visto, dirigido, interpretado y protagonizado desde la óptica y el poder masculinos, aportando una nueva imagen a la que asoman rostros de mujeres y, con ellas, otras formas de intervenir, planificar, gestar y vivir.
Con la clara mejoría respecto de la experiencia de nuestras abuelas, permanecen grandes lagunas que impiden hablar de una sociedad en igualdad entre mujeres y hombres:
♀ La feminización de la pobreza, caracterizada por un paro endémico que condena a las mujeres a la dependencia económica. Las tasas de paro femenino duplican al masculino pese a las continuas medidas y reformas laborales, los incentivos a la empresa privada que muestra su incapacidad de generar empleo femenino estable, con garantías, con jornadas y salarios dignos.
♀ La discriminación salarial. Según sectores, ronda el 75% ó el 85% respecto al salario masculino, en otros es del 50%. La media española se sitúa en el 45%.
♀ Pauperización de las mujeres jóvenes, mayores de 40 años, mujeres con diversidad funcional, mujeres gitanas y extranjeras, paradas de larga duración y sin perspectivas de futuro. La precariedad, temporalidad e inestabilidad laboral frenan sus iniciativas vitales.
♀ El reparto de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares continua siendo asignatura pendiente en la mayoría de los hogares, siendo mujeres quienes las desarrollan.
♀ La violencia de género. La consideración cultural de inferioridad de las mujeres se muestra sin pudor tanto en el ámbito de las relaciones privadas como en el público: el acoso sexual en el trabajo, las violaciones, el tráfico y prostitución de mujeres, la ablación del clítoris, el burka.
♀ El acceso a puestos de poder y toma de decisiones. Las fotografías del poder: Consejo General del Poder Judicial, escaños parlamentarios, presidencias de formaciones políticas, sindicales o empresariales, Fondo Monetario Internacional o El Consejo General de NN. UU., tienen imagen, rostro y personalidad masculina.
Y esto en el mundo desarrollado económica e industrialmente, la situación para las mujeres de países en vías de desarrollo, con situaciones de guerra, pobreza extrema, graves carencias en aspectos básicos como la sanidad o la educación. Las mujeres son acreedoras de los Derechos Humanos en cualquier rincón del mundo. La perspectiva de género es importante a la hora de desgranar los factores culturales y sociales atribuidos en función del sexo, que mantienen valores arcaicos, desfasados e inhumanos.
El desarrollo de los pueblos depende del avance de las mujeres, su fuerza es lo que mueve a los gobiernos aprobar medidas legislativas como acciones positivas, políticas de igualdad o conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
En nuestro país, las demandadas y esperadas leyes dirigidas a corregir estas situaciones no dan los resultados deseados. Asistimos a la reducción presupuestaria destinada a desarrollar las políticas de igualdad, englobadas en el denominado programa 232b “Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”: la dotación económica en el 2006 para el desarrollo de este programa ha sido de 42.677.100 €, y para este año es de 36.235.420 € (una reducción 6.441.680 €).
En 2006, la Secretaría de Políticas de Igualdad destinó 5.900.000 € en transferencias destinadas a la aplicación de la Ley Integral, para el 2007 se reduce en 1.720.000 €, desaparece la partida de 7.800.000 € destinada a las CC. AA. dirigida al Fondo para la asistencia social integral contra la violencia de género, y desde el Instituto de la Mujer, los fondos anteriormente destinados al “Fomento de la creación de empresas por mujeres y autoempleo femenino” (dotados en 2006 de 874.300 € e incrementados este año en 421.450 €), pasan a aplicarse al “Fomento de la igualdad en el ámbito empresarial”. Vista la situación laboral de las mujeres, desconfiamos que fomentar económicamente las empresas privadas pueda suponer mejoras para su contratación, su estabilidad laboral ni conciliar trabajo y familia.
Este programa, que abarca cinco grandes objetivos: “Incentivar el desarrollo y consolidación de la autonomía de las mujeres y mejorar su calidad de vida; Integrar el principio de igualdad de oportunidades y de trato en la actividad de las instituciones públicas y privadas; Integrar la perspectiva de género en todas las actuaciones que se realizan el marco de la cooperación internacional; El acceso de las mujeres a la información y a la participación activa en el progreso económico y social; y la adopción de medidas encaminadas a combatir la violencia que sufren las mujeres”, está seriamente amenazado con esta merma económica, que afectará directamente a la implantación de las medidas propuestas así como la continuidad de las ya iniciadas. Además, repercutirá negativamente a las CC. AA. y los municipios, que perderán muchas posibilidades de mantener o mejorar sus propias acciones.
En este 8 de Marzo demandamos:
♀ El aumento presupuestario destinado al Programa 232b de “Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres” en un 2% sobre la dotación presupuestaria del 2006.
♀ Recuperar el programa “Fomento de la creación de empresas por mujeres y autoempleo femenino” como medida que potencie el auge de iniciativas generadoras de empleo femenino.
♀ Incrementar las partidas presupuestarias destinadas a organizaciones y asociaciones de mujeres que permitan desarrollar sus actividades de manera continuada y permanente.
♀ Potenciación y reconocimiento institucional a aquellas entidades, colectivos y agrupaciones sociales que desarrollan acciones potenciadoras de la igualdad entre mujeres y hombres facilitando locales, medios técnicos y materiales precisos a la hora de desarrollar sus tareas.
♀ Fortalecer la coordinación entre las entidades y organismos que trabajan en materia de violencia hacia las mujeres para optimizar los recursos y mejorar la eficaz atención a las beneficiarias.
♀ Aumentar los servicios sociales que permitan a las mujeres conciliar la vida personal, laboral y familiar, a través de centros de día, comedores escolares, centros de infancia, asistencia a domicilio, etc.
♀ Poner en marcha los proyectados contenidos educativos en materia de igualdad entre mujeres y hombres en el sistema educativo, así como las acciones formativas dirigidas a equipos profesionales que trabajan directamente con mujeres.
Desde la asociación entendemos los avances como conquistas, no suficientes pero útiles para corregir progresivamente la desigualdad, la marginación y la exclusión por razón de sexo, y con el empeño por conseguir una sociedad igualitaria, mantendremos nuestra labor, desde el análisis, la colaboración y la cooperación con otras asociaciones, organismos públicos y privados.
Por último, mostramos nuestro reconocimiento a las que nos precedieron, a las que están, a las ausentes, a las tenaces por su empeño y voluntad incansables por construir un mundo sin diferencias.
Primero en Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, luego Rusia, Italia, Suecia, la incipiente lucha se irá extendiendo de un país a otro, de una generación a otra, hasta que en 1975, NN UU lo respaldará como reconocimiento a la lucha por la igualdad mantenida por las mujeres a lo largo de todo un siglo, declarando el periodo 75 al 85 como “Década de la Mujer”. Los progresos son evidentes, el empuje de las mujeres ha ido transformando un mundo visto, dirigido, interpretado y protagonizado desde la óptica y el poder masculinos, aportando una nueva imagen a la que asoman rostros de mujeres y, con ellas, otras formas de intervenir, planificar, gestar y vivir.
Con la clara mejoría respecto de la experiencia de nuestras abuelas, permanecen grandes lagunas que impiden hablar de una sociedad en igualdad entre mujeres y hombres:
♀ La feminización de la pobreza, caracterizada por un paro endémico que condena a las mujeres a la dependencia económica. Las tasas de paro femenino duplican al masculino pese a las continuas medidas y reformas laborales, los incentivos a la empresa privada que muestra su incapacidad de generar empleo femenino estable, con garantías, con jornadas y salarios dignos.
♀ La discriminación salarial. Según sectores, ronda el 75% ó el 85% respecto al salario masculino, en otros es del 50%. La media española se sitúa en el 45%.
♀ Pauperización de las mujeres jóvenes, mayores de 40 años, mujeres con diversidad funcional, mujeres gitanas y extranjeras, paradas de larga duración y sin perspectivas de futuro. La precariedad, temporalidad e inestabilidad laboral frenan sus iniciativas vitales.
♀ El reparto de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares continua siendo asignatura pendiente en la mayoría de los hogares, siendo mujeres quienes las desarrollan.
♀ La violencia de género. La consideración cultural de inferioridad de las mujeres se muestra sin pudor tanto en el ámbito de las relaciones privadas como en el público: el acoso sexual en el trabajo, las violaciones, el tráfico y prostitución de mujeres, la ablación del clítoris, el burka.
♀ El acceso a puestos de poder y toma de decisiones. Las fotografías del poder: Consejo General del Poder Judicial, escaños parlamentarios, presidencias de formaciones políticas, sindicales o empresariales, Fondo Monetario Internacional o El Consejo General de NN. UU., tienen imagen, rostro y personalidad masculina.
Y esto en el mundo desarrollado económica e industrialmente, la situación para las mujeres de países en vías de desarrollo, con situaciones de guerra, pobreza extrema, graves carencias en aspectos básicos como la sanidad o la educación. Las mujeres son acreedoras de los Derechos Humanos en cualquier rincón del mundo. La perspectiva de género es importante a la hora de desgranar los factores culturales y sociales atribuidos en función del sexo, que mantienen valores arcaicos, desfasados e inhumanos.
El desarrollo de los pueblos depende del avance de las mujeres, su fuerza es lo que mueve a los gobiernos aprobar medidas legislativas como acciones positivas, políticas de igualdad o conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
En nuestro país, las demandadas y esperadas leyes dirigidas a corregir estas situaciones no dan los resultados deseados. Asistimos a la reducción presupuestaria destinada a desarrollar las políticas de igualdad, englobadas en el denominado programa 232b “Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”: la dotación económica en el 2006 para el desarrollo de este programa ha sido de 42.677.100 €, y para este año es de 36.235.420 € (una reducción 6.441.680 €).
En 2006, la Secretaría de Políticas de Igualdad destinó 5.900.000 € en transferencias destinadas a la aplicación de la Ley Integral, para el 2007 se reduce en 1.720.000 €, desaparece la partida de 7.800.000 € destinada a las CC. AA. dirigida al Fondo para la asistencia social integral contra la violencia de género, y desde el Instituto de la Mujer, los fondos anteriormente destinados al “Fomento de la creación de empresas por mujeres y autoempleo femenino” (dotados en 2006 de 874.300 € e incrementados este año en 421.450 €), pasan a aplicarse al “Fomento de la igualdad en el ámbito empresarial”. Vista la situación laboral de las mujeres, desconfiamos que fomentar económicamente las empresas privadas pueda suponer mejoras para su contratación, su estabilidad laboral ni conciliar trabajo y familia.
Este programa, que abarca cinco grandes objetivos: “Incentivar el desarrollo y consolidación de la autonomía de las mujeres y mejorar su calidad de vida; Integrar el principio de igualdad de oportunidades y de trato en la actividad de las instituciones públicas y privadas; Integrar la perspectiva de género en todas las actuaciones que se realizan el marco de la cooperación internacional; El acceso de las mujeres a la información y a la participación activa en el progreso económico y social; y la adopción de medidas encaminadas a combatir la violencia que sufren las mujeres”, está seriamente amenazado con esta merma económica, que afectará directamente a la implantación de las medidas propuestas así como la continuidad de las ya iniciadas. Además, repercutirá negativamente a las CC. AA. y los municipios, que perderán muchas posibilidades de mantener o mejorar sus propias acciones.
En este 8 de Marzo demandamos:
♀ El aumento presupuestario destinado al Programa 232b de “Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres” en un 2% sobre la dotación presupuestaria del 2006.
♀ Recuperar el programa “Fomento de la creación de empresas por mujeres y autoempleo femenino” como medida que potencie el auge de iniciativas generadoras de empleo femenino.
♀ Incrementar las partidas presupuestarias destinadas a organizaciones y asociaciones de mujeres que permitan desarrollar sus actividades de manera continuada y permanente.
♀ Potenciación y reconocimiento institucional a aquellas entidades, colectivos y agrupaciones sociales que desarrollan acciones potenciadoras de la igualdad entre mujeres y hombres facilitando locales, medios técnicos y materiales precisos a la hora de desarrollar sus tareas.
♀ Fortalecer la coordinación entre las entidades y organismos que trabajan en materia de violencia hacia las mujeres para optimizar los recursos y mejorar la eficaz atención a las beneficiarias.
♀ Aumentar los servicios sociales que permitan a las mujeres conciliar la vida personal, laboral y familiar, a través de centros de día, comedores escolares, centros de infancia, asistencia a domicilio, etc.
♀ Poner en marcha los proyectados contenidos educativos en materia de igualdad entre mujeres y hombres en el sistema educativo, así como las acciones formativas dirigidas a equipos profesionales que trabajan directamente con mujeres.
Desde la asociación entendemos los avances como conquistas, no suficientes pero útiles para corregir progresivamente la desigualdad, la marginación y la exclusión por razón de sexo, y con el empeño por conseguir una sociedad igualitaria, mantendremos nuestra labor, desde el análisis, la colaboración y la cooperación con otras asociaciones, organismos públicos y privados.
Por último, mostramos nuestro reconocimiento a las que nos precedieron, a las que están, a las ausentes, a las tenaces por su empeño y voluntad incansables por construir un mundo sin diferencias.
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