Ésa es la sensación que nos dejó el presidente del gobierno al afirmar tras la jornada de huelga general que no modificaría un ápice la reforma laboral. De la sensación a la certeza, cuando la respuesta ha ido aparejada de una remodelación del gobierno que ha supuesto la eliminación del Ministerio de Igualdad, siguiendo la estela de los gobiernos autonómicos de Castilla La Mancha o Murcia, que inciaron el retroceso eliminando sus respectivos Institutos de la Mujer. Son muchas las organizaciones de mujeres que ven la supresión del Ministerio y de otras unidades de igualdad una concesión del gobierno a la derecha española, siempre tan crítica y reaccionaria ante cualquier avance en democracia, porque hablar de igualdad es tanto como hablar del avance en Derechos Humanos, de los que las mujeres seguimos siendo acreedoras. Citando a la Plataforma Stop Supresión, no convencen los argumentos de auteridad del presidente Zapatero cuando el eliminado Ministerio de Igualdad suponía el 0,03 % del presupuesto de Estado, ni acallar las mociones en el congreso cuando por encima de todo, el artículo 9.2 de la Constitución Española ordena a los poderes públicos a trabajar activamente por la igualdad. Fundación Triángulo califica la medida de "error", al tiempo que recuerda las palabras de Zapatero cuando en 2008 afirmaba "imprescindible y absolutamente necesario" este ministerio. Para Carmen Bravo, Secretaria Confederal de Mujer de CC OO, "la discriminación de las mujeres no es una cuestión de higiene", por lo que la Secretaría de Estado en materia de Igualdad debería vincularse a Presidencia, no a Sanidad. Para Tere Mollá, con el ministerio, las políticas y planes de igualdad desaparecen de la agenda política como prioridades, no sólo de la española, sino de la europea, donde hasta ahora se habían hecho sentir iniciativas tan importantes como la actuación conjunta en materia de tráfico y explotación sexual de niñas y mujeres. Nosotras nos sentimos defraudadas, de un lado por la renuncia que Zapatero ha hecho del que fuera uno de los pilares que más nos ilusionaron, por el impulso que tememos le otorgue esta concesión a esa derecha que nos quiere sin derechos y sin capacidad de decisión, pero sobre todo, porque todo parece indicar que los recortes, las primeras en sentirlos, seremos, una vez más, las mujeres.
Carmen Martín Serrano.
Promotora de Igualdad.
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